La Rac-1 también tiene muchas funciones en las células salas y, por ejemplo, forma estructuras que permiten a las células del sistema inmune traspasar ciertos tejidos para combatir una infección, por ejemplo. Por eso Bravo-Cordero y el resto de su equipo quieren encontrar una molécula que sólo ataque en el primer caso y no en el segundo
El equipo ya trabaja en reproducir estos resultados usando ratones. Por un lado se trata de una nueva vía de esperanza hacia un fármaco que pueda detener la metástasis de raíz.
Una droga, ¿la solución contra las estructuras invasivas?
Nuestra idea ahora es diseñar una droga especial que destruya las estructuras invasivas cuando estas se formen”, señala. Pero por otro se trata de una maniobra muy delicada, que llevará años y que tiene, como cualquier otro estudio de investigación básica en cáncer, muchas posibilidades de fracasar.
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